¿Quieres vender, comprar o hipotecar una casa? Sin este papel, ni lo intentes.

20 agosto, 2025 | Antonio Beltrán

Ya está aquí. Desde el 12 de agosto, si quieres pedir una hipoteca, vender tu casa o comprar una con financiación, necesitas sí o sí el Certificado de Eficiencia Energética (CEE). Y no, no es una sugerencia. Es obligatorio. Sin eso, el tasador ni se sienta a mirar tu piso.

Así que si pensabas:
«Bueno, ya lo pediré luego, no pasa nada…»,
Error. Te vas a comer un retraso, o peor, te vas a quedar sin operación.

¿Qué ha cambiado?

La Orden ECM/599/2025 ha actualizado las reglas del juego. Y ahora, el CEE entra en escena como actor principal. Hasta hace nada, era un documento más. Hoy, es el pase VIP sin el cual no hay fiesta.

El banco te lo va a pedir.
El tasador te lo va a exigir.
Y si no lo tienes, vas a perder tiempo, dinero o ambas cosas.


Te lo explico sin rodeos:

  • ¿Vendes? Si tu comprador pide hipoteca, más te vale tener el CEE ya listo.

  • ¿Compras? Antes de firmar las arras, asegúrate de que el inmueble tiene el certificado vigente y registrado. Si no, te puedes quedar con cara de póker y sin hipoteca.

  • ¿Tasador? No puedes emitir el informe sin ese papel. Punto.

  • ¿Banco? Tiene que revisar que el CEE esté al día. Sin eso, la operación se congela.

¿Y sabes lo mejor? No hay excepciones. No puedes decir “lo entrego luego” o “mi primo es arquitecto y me lo firma”. No.
Si no lo tienes, no hay tasación. Sin tasación, no hay hipoteca. Y sin hipoteca… bueno, ya sabes.


¿Y quién puede hacer este certificado?

Antes era terreno exclusivo de arquitectos e ingenieros. Pero ahora el Gobierno ha aflojado la cuerda.
Con la nueva normativa (Real Decreto 659/2025), también podrán hacerlo otros técnicos formados, incluso con Formación Profesional, siempre que estén acreditados.

¿Traducción? Más competencia, más rapidez, más opciones.
Pero eso sí: tiene que ser alguien legal, registrado y con la formación adecuada. Esto no es imprimir un PDF y ponerle un sello.


¿Qué mide el dichoso certificado?

Cuánta energía consume tu casa, lo eficiente que es y qué se puede mejorar. Te ponen una nota de la A a la G.
A es la joya de la corona. G es un horno con goteras.
Y el tasador, el banco y Hacienda ahora miran esa letra como si fuera el horóscopo de tu hipoteca.


Lo importante: no te esperes.

Haz esto ahora. No después.
Porque el día que te llamen para tasar la casa y no tengas el CEE, vas a correr como pollo sin cabeza.

Y si no quieres complicarte…

Te conseguimos el certificado en 48h.
Un técnico te llama, lo visita, y tú lo recibes en tu email.
Rápido. Legal. Sin líos.
Pídelo aquí y a otra cosa.


La norma ya está en marcha.
No tener el CEE no es un problema técnico. Es una bomba de relojería.
Hazlo fácil. Hazlo rápido. Hazlo bien.

¿Quieres mover tu casa?
Empieza por tener el maldito papel

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