Cambiar hipoteca de banco
6 mayo, 2019 | Antonio Beltrán
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Por qué cambiar la hipoteca de banco y que ventajas puedes tener
La hipoteca es para los españoles el producto financiero más importante. Ni planes de pensiones, ni nóminas, no hay otro producto que vincule más al cliente con la entidad financiera y por ello sus implicaciones van mucho más allá de las de devolver un préstamo de tan importante valor -163.538 euros de media por vivienda según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística de febrero de 2019- como son las operaciones con garantía hipotecaria.
Esta relación es además a muy largo plazo, según los mismos datos del INE es actualmente de 23 años en las hipotecas para vivienda, lo que conlleva que la gran mayoría no solo tenga con el banco que concedió la hipoteca una cuenta en la que domiciliar los ingresos y pagos, también que se le comercialicen toda una serie de productos, y, por tanto, se establezca una relación que puede influir a la hora de querer cambiar la hipoteca a otro banco. Y es que este largo plazo también influye en que las condiciones del mercado cambien, nos encontremos con condiciones mejores o simplemente queramos cambiar de tipo de préstamo, pasando de fija a variable. Así se configuran una serie de razones o causas por las que podemos cambiar de hipoteca de banco, os las explicamos.
Razones por las que puede ser rentable cambiar la hipoteca de banco
- Condiciones y precio de la hipoteca: Es la más obvia. Encontrar una hipoteca más económica, como la que nos puede ayudar a conseguir un buen intermediario hipotecario, nos permite un ahorro de coste más que importante. Pensemos que, por ejemplo, pagar por nuestra cuota tan solo 50 euros menos al mes, cuando nos quede por ejemplo 15 años de hipoteca supone pagar 9.000 euros menos. Pero no solo eso, en préstamos variables tener un diferencial más bajo nos posibilita también tener más margen económico si se producen en el futuro subidas de tipos.
- Condiciones y precio de otros productos: Pero como ya hemos adelantado, en la relación con nuestro banco tendremos todo tipo de productos y servicios contratados y puede que solo encontremos las mismas condiciones para la hipoteca, pero si que podamos mejorar el resto, ya existan vinculaciones (seguros, tarjetas, planes de pensiones), o sin ellas. Solo porque su operativa, por lo que pagamos por la cuenta, por hacer transferencias o tener una tarjeta bancaria suponga un importante coste podemos conseguir un ahorro importante a sumar o comparar con las nuevas condiciones del préstamo.
- Producto:Aunque nuestro modelo de banca comercial es bastante “universal” y la mayoría de las entidades cubren casi toda la gama de productos, puede que en nuestro banco no encontremos lo que necesitemos, o relacionándolo con el punto anterior, que sea en peores condiciones. Esto suele ser muy común en productos de inversión como fondos o planes, en los que sí hay diferencia de tamaño entre entidades y por tanto producto entre gestoras de distintas entidades. Si nuestro banco no cubre las expectativas y encontramos condiciones mejores o similares con nuestra hipoteca, también podemos cambiarlo.
- Servicio:Muy relacionado con nuestro trato con nuestra sucursal. Muchas entidades pequeñas crecieron en los años anteriores a golpe de abrir oficinas, y ahora, con su cierre, han limitado mucho la cobertura de los clientes. Si es importante para nosotros tener una cobertura cercana y de calidad, también es una razón para el cambio.
- Simplificar nuestra operativa diaria:Puede que tengamos cuenta en diferentes bancos, no solo con el que tenemos la hipoteca, y con ellos duplicamos otros productos como tarjetas, talonarios, fondos… Si encontramos una entidad que nos ofrezca todo lo que necesitamos podemos conseguir un ahorro económico y hacer mucho más sencillo nuestro control financiero. Además, si nos conoce ya por ser clientes, también conseguir mejores condiciones.
Las ventajas de la nueva ley hipotecaria
Con estas posibilidades de mejorar nuestras finanzas cambiando de hipoteca de banco, tenemos otra ventaja, la nueva Ley Hipotecaria que entrará en vigor el próximo mes de junio. Esta norma abarata la subrogación, el “traslado” de nuestra hipoteca a otro banco. Esta se podrá hacer sin costes para el cliente, con independencia de cuando se suscribió la hipoteca. Entre las dos entidades se establecerá un mecanismo de compensación basado en los intereses cobrados y los pendientes de cobro vinculados al coste de formalización de la hipoteca.
No solo eso, también se abarata la posibilidad que en esta subrogación se cambie no solo de banco, también de tipo de hipoteca. Hasta ahora si en la subrogación pasabas de una hipoteca variable a una fija pagabas hasta un 0,5% comisión si se realizaba en los cinco primeros años del préstamo y de hasta el 0,25% a partir del quinto año. Con la nueva Ley Hipotecaria se reducirá hasta un máximo de 0,15 puntos porcentuales en los tres primeros años y el banco no podrá cobrar nada posteriormente
Con independencia del motivo del cambio de banco de la hipoteca, con la nueva Ley Hipotecaria podemos conseguir ahorros futuros sin incurrir o disminuyendo los propios gastos del cambio de banco. Para ello, tener la ayuda de un broker hipotecario es garantía de éxito.