El euro digital

27 enero, 2021 | Antonio Beltrán

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El Banco Central Europeo (BCE) es muy consciente que nos encontramos totalmente inmersos en la era tecnológica digital y tiene como posible proyecto la creación del euro digital con el fin de que sea utilizado en un futuro cercano, no solo por las instituciones y entidades financieras, sino también por los ciudadanos.

Hay que advertir que el BCE todavía no ha tomado la decisión de emitir el euro digital, pero es una idea que va cobrando cada vez más fuerza y sí que se van tomando decisiones de preparación, de investigación y de experimentación en torno a la posible emisión futura de la moneda digital europea.

¿Qué es el euro digital?

El euro digital debemos entenderlo como el equivalente al euro físico de las monedas y billetes actuales, pero en modo electrónico. Se tratará del mismo euro actual, pero en un formato específico, esto es, dinero digitalizado. Sería emitido por el Eurosistema conformado por el Banco Central Europeo y los bancos centrales de cada país.

El objetivo es que todas las personas y las empresas puedan hacer uso del euro digital, ser poseedores del mismo, como lo son ahora del dinero en formato de billetes y monedas, pero con la particularidad de que se encontrará en formato digitalizado.

Con el euro digital se aumentaría así la facilidad de medios de pago. Para entender lo que se busca con la posible moneda digital europea, nos puede ayudar imaginarnos que nos encontramos en una situación excepcional, por ejemplo, en medio de una catástrofe o en un país del mundo que nos resulte distante. En estas situaciones es seguro que nos sentimos más cómodos con dinero en efectivo con el que pagar nuestras posibles necesidades en estas delicadas circunstancias. Pues bien, la idea del euro digital es que también podamos utilizarlo con la misma facilidad y que nos sintamos tan cómodos como con el dinero en efectivo en dichas situaciones peculiares, en otras palabras, adicionar la facilidad de medios de pago.

La idea del BCE, es que el euro digital no sea el sustituto del euro físico actual, sino que lo complemente y que a la vez nos sintamos tan cómodos teniendo tanto dinero físico como dinero digital.

¿El euro digital será como una criptomoneda?

La digitalización del dinero ya existe y las monedas digitales ya llevan años circulando con carácter virtual por el mundo. Si bien todavía existe en la población general un gran desconocimiento sobre las mismas, son cada vez más los inversores que se interesan por ellas. Se las conoce como criptomonedas y se basan en la tecnología blockchain.

Pero el BCE quiere dejar claro desde el principio que el euro digital no será una criptomoneda. Los riesgos de los criptoactivos actuales son claros: su extrema volatilidad puede llegar a alterar gravemente a cualquier economía personal o empresarial y además no están salvaguardadas ni respaldadas por ninguna institución fiable.

Las monedas digitales se multiplican sin cesar. Muchas de ellas son proyectos que finalmente no llegan a ser exitosos y al poco tiempo se desvanecen. Sin embargo, otras ya han demostrado gran aceptación y se posicionan como principales en el mundo de las criptodivisas. En la plataforma CoinMarketCap podemos ver un listado de las principales criptomonedas existentes en la actualidad y vemos como actualmente destacan Bitcoin, Ethereum, Tether, Polkadot y XRP.

Pero insistimos, el euro digital no sería ningún criptoactivo y por tanto estaría completamente alejado de la volatilidad y totalmente respaldado y protegido por una institución totalmente fiable, el BCE.

El Euro digital contaría con las ventajas de la tecnología digital y la seguridad y robustez que le proporcionaría el BCE

Evidentemente el BCE, no quiero un euro digital que tenga los graves inconvenientes que albergan muchas de las monedas digitales actuales.

Son muy volátiles, su precio puede experimentar subidas espectaculares de valor, pero compaginadas con tremendas caídas de modo repentino. Existe mucha especulación en torno a las mismas, y entonces difícilmente puedan considerarse como una unidad fiable de valor. Además, se encuentran descentralizadas, es decir, no se encuentran controladas por los estados, por entidades financieras o por instituciones.

El euro digital estaría totalmente alejado de estas preocupantes peculiaridades, pero disfrutaría de las ventajas que la nueva tecnología proporciona.

¿Qué ganan los ciudadanos con el euro digital?

Es evidente que el BCE, trataría de crear un euro digital que como decimos evitará todo el conjunto de inconvenientes y peligros que conllevan las monedas digitales, pero sí que disfrutaría de todas las excelencias y virtudes que conlleva el dinero digitalizado como son la rapidez e incluso la inmediatez en la circulación del dinero con pagos ágiles, rápidos y sencillos.

También el BCE desearía para el euro digital, la seguridad. Las monedas digitales no pueden ser falsificadas ni duplicadas ya que se apoyan en una tecnología criptográfica sofisticada. Pero además de esta seguridad tecnológica, el BCE le añadiría al euro digital su propia seguridad institucional, es decir, estaría respaldado y salvaguardado por un Banco Central.

Con el euro digital se trataría de lograr una conjugación perfecta entre la eficacia, la rapidez y sencillez que supone la digitalización de los pagos, con la seguridad que implica ser dinero emitido por el BCE.

El euro digital estaría más cercano a las que se denominan dentro de las criptodivisas a las stablecoins o monedas digitales estables. Por sus características de creación tienen limitada la volatilidad referenciándose a un colateral como puede ser el oro u otras monedas tradicionales, o mediante el control del número de monedas digitales en circulación. Es evidente que las monedas digitales estables generan confianza y ello por supuesto será lo deseable también para el euro digital.

Por otra parte, un euro digital permitiría que la economía y la circulación del dinero siguiera funcionando, aunque irrumpieran desastres globales, catástrofes o epidemias que incluso impidieran a la población acudir a los cajeros automáticos.

Los ciudadanos con el euro digital ganarían en facilidades de pago, y no perderían nada, ya que la idea es que este sea un complemento del dinero físico. El BCE continuará por supuesto, emitiendo monedas y billetes físicos.

¿Por qué lo ven como una amenaza los bancos?

Los bancos se muestran recelosos ante la pretensión del BCE de emitir en un futuro cercano el euro digital y que este sea accesible desde el Eurosistema a la población en general.

Aunque esta accesibilidad desde el Eurosistema suponga una distribución más eficaz del dinero, los bancos sienten que pueden perder fácilmente protagonismo o valor como principal puerta de acceso al dinero para los ciudadanos, que actualmente ellos sí que sustentan.

Además, la banca siente la posible amenaza de que un euro digital sea visto por la población como una alternativa tan segura o incluso mayor que la de tener el dinero depositado en el banco.

Si existiera la posibilidad de tener el dinero digital en un lugar virtual independiente del banco, como una billetera en el Eurosistema, podría verse con muy buenos ojos por la ciudadanía y por tanto hacer traslados masivos de su dinero al entorno digital. Evidentemente este hipotético escenario los bancos lo vislumbran como una potente amenaza.

La banca quiere que el euro digital sea un medio más de pago, pero que se quede en eso, en medio de pago, pero para nada en una forma de ahorro o de inversión.

La banca tampoco quiere que ahora el BCE aparezca con el euro digital como un fuerte competidor en lo que se refiere a medios de pago.

Los bancos proponen una forma indirecta para la relación de los ciudadanos con el euro digital, es decir, que ellos sean los que cuenten con el acceso directo a la moneda digital y luego sean ellos mismos lo que mediante cuentas, les dieran acceso a los minoristas. En otras palabras, no quieren de ningún modo perder su protagonismo en la intermediación del ciudadano con el dinero, sea este físico o digital.

Pero, las entidades financieras, tendrán finalmente que aceptar que no pueden quedarse atrás en las posibles pretensiones de modernidad que quiera poner en marcha el instituto emisor europeo. En definitiva, deberán adaptarse a los nuevos retos que suponga la digitalización del dinero.

¿Qué características tendrá o deberá tener el euro digital?

Aunque todavía no se ha tomado la decisión de emitir el euro digital, el proyecto que tienen en mente los administradores del Banco Central Europeo sobre su creación y emisión es realmente muy complejo y de envergadura, por lo que se tendrán que superar antes de que sea una realidad, muchas pruebas, investigaciones y experimentaciones.

El euro digital debe tener muchas cualidades que lo conformen y lo definan.

Debe garantizar que los ciudadanos de la Eurozona tengan vía libre y de forma gratuita a un medio de pago fácil con el mismo, deberá ser aceptado universalmente y transmitir fiabilidad y seguridad.

No debe suponer ningún riesgo especulativo como lo son ahora las actuales criptomonedas en su inmensa mayoría.

Debe existir una equivalencia total entre el euro físico actual y el euro digital, es decir, poseer un euro físico debe suponer el mismo valor para el poseedor que disponer de un euro digital.

El euro digital debe significar una opción más de transmisión y de pago, pero no debe de sustituir a ninguna de las posibilidades actualmente existentes, porque supondría dejar al margen a sectores importantes de la población, ajenos o cuanto menos distantes con las tecnologías digitales actuales y futuras.

El euro digital deberá contar con las ventajas de ser un medio de pago sencillo y rápido, incluso instantáneo.

La moneda digital europea tendrá que mantener y cuidar de la privacidad, porque debe ser un instrumento financiero que de confianza como medio de pago.

Debe suponer un activo que instale a las finanzas y economía europea a la vanguardia de la innovación.

Las CBDC

Son muchos los bancos centrales de todo el mundo que quieren crear su propia moneda digital.

Son las llamadas CBDC (Central Bank Digital Currency), cuya traducción sería monedas digitales emitidas por bancos centrales.

El euro digital, si finalmente el BCE toma la decisión de crearlo y emitirlo, será una CBDC.

El país que se ha avanzado más en sus planes de creación de su CBDC, es China, sin embargo, también es público que Estados Unidos, Canadá, Japón, Suecia y Reino Unido tienen planes para crear sus monedas digitales, y como hemos mencionado, el BCE se encuentra en fase de preparación, desarrollando el concepto y experimentando.

El BCE será muy previsor y prudente con el euro digital

El BCE va a ser muy cauto en todo lo que supone y supondrá el euro digital.

El BCE tiene como misión principal cuidar de la estabilidad financiera y es evidente que para que no la perturbe debe desarrollar diversos planes de estudio, de preparación y de experimentación en relación al euro digital. En otras palabras, se debe de tratar ante todo que la digitalización no ocasiones trastornos o disrupciones en el correcto funcionamiento del sistema.

Conclusiones sobre el euro digital

El euro digital deberá ser universalmente aceptado, fiable y seguro.

Deberá contar con facilidad de acceso, es decir, ser un instrumento que ayude y que no implique complejidades en su utilización.

Debe suponer adicionar los medios de pago, consiguiendo además que estos sean fáciles y rápidos gracias a la eficiencia de la digitalización.

Contará además con la seguridad y la robustez que le otorga el BCE.

El euro digital deberá seguir permitiendo el objetivo principal del Eurosistema: mantener la estabilidad de precios, es decir, garantizar y proteger el valor del dinero de la zona euro.

 

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