¿Las hipoteca son para siempre?
2 noviembre, 2011 | Antonio Beltrán
Está claro, que como todo en la vida, no hay nada para siempre.
Cuando firmamos una hipoteca, adquirimos un compromiso con el banco, en años, tipo de interés, si hemos puesto avalistas, etc…
Cómo es lógico cuando fuimos a solicitarla teníamos una idea de lo que nos gustaría que el banco nos ofreciese, como el tipo de interés y que no nos pidiese avalistas. Pero al final después de estudiar diversas ofertas nos encontramos con que no nos dan el tipo de interés que deseamos sino que además nos piden que o ponemos avalistas o no nos conceden la hipoteca.
Como deseamos comprar el piso, aceptamos las condiciones que nos imponen.
Como todo en la vida hay que probarlo, el banco ha decidido concedernos la hipoteca y ha asumido un riesgo con ello, es hablando en lenguaje coloquial, abrir el melón. Si el melón sale bueno fantástico y si no….
Pues bien, es aquí, una vez abierto el melón, que tenemos nuestra oportunidad de cambiar las condiciones que pactamos en el pasado.
Pasados entre 2 y 5 años hemos demostrado al banco que pagamos con puntualidad, que cumplimos con todos los pagos de nuestros recibos y que llegamos a final de mes con un pequeño ahorro. Es en este momento, cuando debemos ir al banco y solicitar una novación de condiciones.
Esto quiere decir, que le pedimos al banco que nos baje el tipo de interés que nos aplica, que nos retire los avales, puesto que hemos demostrado que hemos cumplido con lo pactado.
El Banco puede optar entre concedernos lo que solicitamos o bien no hacerlo.
Si no lo hace, es muy factible que encontremos otras entidades financieras que quieran concedernos la hipoteca y con los cambios que les solicitamos. Esto es debido a que en cierta manera la nueva entidad financiera incurre en menor riesgos puesto que ya conoce nuestro comportamiento crediticio.