MUJER TRABAJADORA, MUJER EMANCIPADA
8 marzo, 2022 | Alba Tebar
Last Updated on 1 año by Antonio Beltrán
Hoy, como cada 8 de marzo, la sociedad se viste de lila para conmemorar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. El origen de esta festividad se remonta en la Nueva York de 1857, cuando un 8 de marzo, miles de trabajadores textiles salieron a las calles bajo el lema “Pan y rosas” para exigir mejores condiciones laborales, una reducción del horario, y el fin del trabajo infantil. Esa fue la primera de muchas luchas en las que las mujeres alzarían la voz por sus derechos y se pondría sobre la mesa la necesidad de una igualdad real entre hombres y mujeres.
Una de las reivindicaciones feministas que viene de más lejos es la equiparación salarial entre ambos sexos. La capacidad de tener suficientes ingresos como para valerse por si misma no ha sido siempre una realidad para las mujeres. De hecho, históricamente, siempre han sido los padres, los esposos o los hermanos de las mujeres quiénes han decidido por ellas. ¿Y por qué? Porqué eran ellos los que tenían el poder, al tener el dinero. Desgraciadamente, hemos podido comprobar que, sin libertad económica, no puede haber libertad de ningún otro tipo. Y para emanciparse y empezar a ser independientes del todo, las mujeres han tenido que luchar durante muchos años por sus derechos laborales y salariales.
Todos sabemos que queda mucho camino por recorrer. La igualdad al 100% está lejos de ser efectiva, pues diariamente nos enfrentamos a múltiples formas de violencia o micromachismos. Sin embargo, es cierto que hemos conseguido grandes avances. Uno de ellos, como comentábamos, es la emancipación de las mujeres. La posibilidad de ser autosuficientes para comprarse un piso, tener hijos, o dar la vuelta al mundo sin la necesidad de tenerlo que hacer todo de la mano de un hombre es algo que hoy en día tenemos muy normalizado, pero que no siempre ha sido así.
La vivienda será feminista o no será
Desde Hipotecasplus, queremos aprovechar esta jornada reivindicativa para subrayar el papel de la vivienda en la lucha feminista y la importancia que esta tiene en el empoderamiento femenino.
La casa siempre ha sido el lugar de las mujeres. Cultural y históricamente, se las ha relegado a este pequeño ámbito. Porque era un espacio cerrado, porque aquí no molestaban, porque era parte de la vida privada y así no se escuchaban sus quejas ni sus reivindicaciones.
Sin embargo, gracias al movimiento feminista, las mujeres se han reapoderado del significado de la casa, y se la han vuelto a hacer propia. Pero ahora desde otra perspectiva: entendiendo que las viviendas son una parte fundamental de nuestras vidas, donde crecemos y nos desarrollamos como personas, y que, por lo tanto, como mujeres tenemos el mismo derecho que cualquier otra persona a disponer de ella. Que, si tenemos derecho a la vivienda, lo tengamos todos por igual: hombres y mujeres. Así, actualmente la ley regula la vivienda -un espacio históricamente asociado al ámbito privado- y le otorga una dimensión pública, para garantizar así un derecho fundamental, básico y democrático. Porque, como dice el lema feminista por excelencia: “Lo personal es político”. Y la vivienda, también.
Las mujeres tienen más ahorros para comprar pisos
Los estudios inmobiliarios coinciden en destacar que las mujeres meditan más la compra de la vivienda que lo hombres, ya que, en general, tienen más ahorros que ellos. Y es que como dice un sabio proverbio: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Desde Hipotecasplus, podemos ayudaros también en este proceso de decisión de compra, que suele ser el más complicado de todos, ya que hace falta estudiar todas las variables posibles para descubrir cuál es la opción más viable para tu caso concreto.
Además, una vez elegido el piso, las mujeres suelen apostar por una vivienda de obra nueva, de entre 80 y 100 metros cuadrados, aproximadamente. Por lo contrario, los hombres no suelen dar tanta importancia al hecho que el piso sea de primera o segunda mano, y en general optan por viviendas de menor tamaño: entre 60 y 80 metros cuadrados. ¿Quizás estas diferencias se explican por una cuestión cultural o social? Sea como sea, está claro que las mujeres cada vez tienen más posibilidades de poder adquirir la vivienda que quieran, cuando y como quieran, y esto también es un símbolo del triunfo de la lucha feminista.
El divorcio como forma de emancipación
Por otro lado, otra gran diferencia entre hombres y mujeres y que se relaciona -directa o indirectamente- con el mercado inmobiliario, es un mayor grado de emancipación femenina y un mayor porcentaje de mujeres que piden el divorcio respecto los hombres. Estos dos factores, aunque no estén estrictamente relacionados, acaban provocando que sean más mujeres las que buscan una nueva vivienda (por la voluntad de emanciparse) o que quieran comprarle la parte correspondiente de la hipoteca a su exmarido (en caso de divorcio).
Si lo miramos desde otra perspectiva, nos damos cuenta de que quizás sí que estos dos factores – emancipación y divorcio- acaban estando relacionados. Y es que, en según qué matrimonios, el divorcio resulta también una forma de emancipación y liberación de la mujer.
Para ponerle cifras, según el Instituto Nacional de Estadística, en la mayoría de los divorcios que no son de mutuo acuerdo, son ellas las que tienen la iniciativa. Un 23% de mujeres toman la decisión de iniciar la ruptura, frente a un tímido 13% de los hombres. Llegados a este punto, si te encuentras en esta situación, quizás te interese saber de qué alternativas dispones para gestionar tu hipoteca una vez te separes de tu pareja.
Estadísticas aparte, hoy es un día para reivindicar, para luchar y para perseguir esa igualdad que como sociedad tanto nos merecemos. Desde Hipotecasplus queremos sumarnos a la causa feminista y, en lo que nos corresponde, comprometernos a actuar de acuerdo con los valores feministas en todo momento. Por eso decimos, hoy ya cada día del año, ¡Viva el Día Internacional de la Mujer Trabajadora!
Otros artículos que te pueden interesar
Extinción de condominio – Comprar a tu ex su parte de la vivienda común.