¿Cómo influye la certificación energética en tu hipoteca?
3 julio, 2024 | M Aparicio
En Hipotecas Plus comprendemos muy bien que comprar una vivienda y firmar una hipoteca son decisiones muy importantes para muchas personas y familias. Por ello, es fundamental considerar diversos factores, variables e información para tomar la mejor decisión posible.
Uno de estos factores, que muchas veces pasamos por alto, es la certificación energética de la vivienda.
¿En qué consiste la certificación energética?
La certificación energética consiste en un documento oficial que detalla una evaluación de la eficiencia energética de la vivienda. Como toda evaluación, ofrece una calificación y en este caso se trata de una letra que puede ser la siguiente: A, B, C, D, E, F, G; siendo A la más eficiente y G la menos eficiente.
La calificación se determina a partir de dos importantes variables:
- Consumo de energía
- Emisiones de dióxido de carbono (CO2) de la vivienda.
Este certificado ofrece un análisis detallado del rendimiento energético de tu hogar. Sin duda, es muy importante contar con un eficiente rendimiento energético, porque supondrá un alivio grande en tus gastos mensuales y también significará que tu propiedad tiene un mayor valor.
Influencia de la certificación energética sobre la hipoteca
Debemos considerar a los bancos como unos analistas muy rigurosos y precisos a la hora de conceder una hipoteca.
Tienen en cuenta todas las variables posibles y si la vivienda que vas a adquirir cuenta con una alta calificación energética, sabrán de antemano que vas a cargar con menos gastos mensuales. Ello supone directamente que tendrás una mayor parte de tus ingresos libres para poder afrontar la cuota mensual de tu hipoteca con mayor tranquilidad financiera.
Ten presente que un buen rendimiento energético por parte de tu propiedad, te permitirá ahorrar en:
- Calefacción
- Refrigeración
- Consumo de electricidad
Facturas de electricidad y de gas más bajas. Son costos de mantenimiento más económicos, que, a largo plazo, te supondrán un ahorro considerable.
De hecho, si la vivienda tiene una alta certificación energética, esto podría ser un factor clave para obtener la aprobación de la hipoteca.
Hay entidades financieras que te ofrecerán tipos de interés más atractivos si la vivienda que se expone como garantía cuenta con una buena calificación energética. Los bancos también pueden ofrecer subvenciones para mejoras energéticas.
De este modo, vemos que una buena eficiencia energética puede suponer no solo la concesión de la hipoteca, sino que además que esta cuente con condiciones más atractivas, como una tasa menor de interés.
En otras palabras, que la vivienda cuente con una buena calificación energética supone ventajas desde varios frentes: ahorraremos en nuestros pagos mensuales y también ahorraremos gracias a una hipoteca más barata o con mejores condiciones.
A esto hay que añadir, lo que hemos comentado anteriormente: nuestra propiedad tendrá un mayor valor intrínseco. Si en un futuro necesitas vender tu vivienda podrás obtener un mayor precio por ella.
También, esta alta eficiencia energética de tu vivienda puede ser un factor importante a la hora de conseguir una mayor cantidad de dinero prestado, es decir, tal vez ello te permita optar por una vivienda de mayor precio y por consiguiente mejor.
Podemos resumir, la relación entre calificación energética e hipoteca y sus ventajas con el siguiente esquema:
Si tu hogar cuenta con una alta calificación energética cuidas al medio ambiente
Las personas estamos cada vez más concienciadas de que nuestro planeta necesita ser cuidado y que todos debemos poner de nuestra parte. Una excelente manera de hacerlo es tratar de conseguir que nuestra vivienda sea los más eficiente energéticamente posible.
Las viviendas con alta calificación energética lanzan al medio ambiente una menor cantidad de dióxido de carbono. En muchos medios de comunicación oímos hablar de nuestra huella de carbono, pues con nuestra vivienda eficiente contribuimos a que nuestra huella sobre el planeta sea mucho menor.
Viviendas más eficientes equivale a viviendas más confortables
Si contamos con una vivienda que es eficiente energéticamente es muy probable que también sintamos mayor bienestar y confort viviendo en ella. Lo que lleva a una mejor calidad de vida.
Esto es así, porque estas viviendas cuentan con un mejor aislamiento y una mejor calidad de aire en su interior.
Además, los sistemas de calefacción y refrigeración también suelen ser más efectivos sintiéndonos mejor tanto en invierno como en verano, que son las estaciones en las que solemos utilizar la calefacción y la refrigeración respectivamente.
Las hipotecas verdes
Un claro ejemplo de todo lo que hemos comentado anteriormente lo constituyen las hipotecas verdes.
La hipoteca verde es aquel préstamo hipotecario que se diseña y se concede de forma específica para la compra, rehabilitación o construcción de viviendas que cumplan los criterios de sostenibilidad medio ambiental y eficiencia energética.
Se trata de hipotecas con condiciones más ventajosas, como plazos más largos o tipos de interés más bajos. Se ofertan por diferentes entidades financieras con el fin de motivar en la ciudadanía la compra de viviendas con alta calificación energética, es decir, que sean altamente respetuosas con el medio ambiente.
También se ofrecen otros beneficios, como seguros o comisiones más económicas.
A las hipotecas verdes, también se les llama hipotecas ecológicas y se suele requerir que en el certificado energético se cuenta con una calificación tipo A.
¿Qué es lo que hace que una hipoteca se le pueda llamar verde o ecológica?
La vivienda que va a ser objeto de garantía para la hipoteca verde debe cumplir una serie de condiciones que la llevarán a tener una calificación de A en su certificado energético.
Estas condiciones serán principalmente las siguientes:
Las energías renovables deberán estar muy presentes. Hablamos de paneles solares o aerogeneradores. Estos sistemas permiten que la vivienda sea lo más independiente posible de la utilización de fuentes de energía no renovables.
Eficiencia energética de los electrodomésticos. No debemos de olvidar que los aparatos y los electrodomésticos también cuentan con su propio certificado energético. Debemos de tratar que tengan la letra A o por lo menos las letras B o C. Las lavadoras, secadoras, los congeladores, lavavajillas, hornos eléctricos, Smarts TV, aparatos de aire acondicionado y también las lámparas y bombillas tienen la obligación de tener su correspondiente certificado energético. Recuerda que hay electrodomésticos que además incorporan las categorías A+, A++ y A+++.
Así que antes de adquirirlos e instalarlos, mejor revisar bien su calificación de eficiencia energética.
Contar con sistemas refrigerantes, de calefacción y de agua caliente altamente eficientes, como, por ejemplo, bombas de calor geotérmicas, radiadores de baja temperatura, calderas de condensación, sistemas de agua caliente solar, enfriadores evaporativos, o aires acondicionados que dispongan de la tecnología Inverter.
Además, utilizar sistemas de iluminación LED. Se trata de instalar una iluminación con bajo consumo energético.
Si se cumplen estas condiciones, es muy probable que el banco nos pueda conceder el préstamo hipotecario con los beneficios de la hipoteca verde.
Existen ayudas públicas, como los Fondos Next Generation que se han activado desde la Unión Europea y el Gobierno de España con el objetivo de lograr la transición ecológica. Conoce más sobre ellos haciendo clic en el enlace.
Conclusiones
La certificación energética tiene un importante valor e influencia en la hipoteca. Puedes conseguir incentivos, descuentos, subvenciones… Por ejemplo, un plazo más largo de amortización, un mayor capital concedido, un tipo de interés más bajo o ayudas públicas desde las administraciones.
Además, al adquirir una vivienda eficiente energéticamente, estás contribuyendo a cuidar el medio ambiente.
Por otra parte, tu vivienda tendrá un valor mayor, por lo que si en el futuro necesitas venderla obtendrás más dinero por ella. Esta cantidad se sumará al ahorro que habrás obtenido mientras has vivido en ella, por unos menores costos en calefacción, refrigeración y unas facturas de gas y de energía más económicas.